Hola, muchos de los que practican el deporte del buceo y
pesca submarina en España, desconocen la historia de esta y sus principios. Soy un gran aficionado a todo lo relaccionado con las actividades subacuáticas, por lo que quisiera dar a conocer todos
los inventos y artefactos surgieron desde los inicios de este deporte y como han ido evolucionando a lo largo del tiempo.
En esta pagina principal pretendo realizar un museo de la pesca submarina, reflejando todos los modelos y marcas de fusiles Españoles legendarios que marcaron una epoca, en este deporte y en el submarinismo mundial.
Para los amantes de buceo autonomo, en el un menú desplegable de la izquierda se pueden ver botellas de buceo, bibotellas, tribotellas, reguladores monotraquea, bitraquea, lentes, tubos, linternas, cuchillos de buceo y de la armada etc..
Este es un museo virtual y en un futuro no muy lejano se esta realizando un proyecto para hacerlo real. De este modo, todos los amantes de este deporte podrán visitarlo y sumergirse en un mundo fascinante de inventos y artefactos submarinos.
Mucho material de este tipo queda en desuso y muchas veces terminan en la basura o chatarra, perdiéndose quizás parte de la historia de este deporte, por lo que agradecería que se pusieran en contacto conmigo antes de desechar este material.
Vamos ha hacer un breve resumen cronologico de los fusiles mas significativos que se comercializaron en españa desde sus inicios.
En España, desde 1945, Nemrod Industrias Vilarrubís lanza sus fusiles cortos y largos, de accionamiento por resorte y con sobrecompresor, fabricados de tubos de laton, de 1945 hasta 1950 y de tubos de duraluminio anodizado azul de 1950 hasta 1955; en 1947 aparecen en el mercado fusiles de elásticos, el modelo Tarzán, de dos y cuatro gomas, en 1950 un modelo muy singular y complejo, el modelo Catapulta la propaganda garantizaba a bombo y platillo una autonomía de tiro de dos metros.., otro que aparecio en el 50 y no menos importante el modelo pistolete, un pequeño fusil tipo roller accionado por una goma, . En 1953 se incorporan sus modelos de aire comprimido, Almirante y Comodoro y en elasticos de goma el bergantin, algo más tarde, en 1955 la serie III de aire, Crucero, Fragata, Corbeta. En 1960 la serie IV siendo la evolucion de estos e incorporando mas modelos en aire como Goleta, Torpedero,Torpedero de bolsillo, y en elasticos de goma Timonel, Carabela y Grumete. En 1965 se crea la serie Silver: Filibustero, Corsario, Bucanero y Comando, mejorando significativamente la versiones anterores. En elasticos de goma surge un modelo robusto llamado Gaucho en tres versiones 1, 2 y 3 elasticos, de 1967 hasta 1979, este modelo se modifico retrasando mas la culata y dandole un anodizado en alumino con las mismas caracteristicas y piezas que su antecesor, llamandolo Tiburon en tres versiones de 1 y 2 elasticos de goma, al igual que el modelo Falcon, de 1970 hasta 1979, a partir de esta fecha se llamo Cazador el cual se realizo en varios anodizados empezando por plateado y finalmente negro, fue el mas vendido por su sencillez y bajo precio, en estas dos decadas siguieron apareciendo nuevos modelos mas sofisticados como el Galeon de 1970 a 1979, clipper serie I azul anodizado y culata negra, de 1970 a 1973, clipper culata naranja serie II, de 1974 a 1988, Mariner de 1973 a 1984, Dragon de 1980 a 1984, clipper serie III con culata negra y sujeta hilo por la parte del gatillo, de 1989 hasta 1998, los primeros en aluminio anodizado y verde oliva las ultimas versiones.
Por otro lado en nuestras islas Mallorquinas, a partir de los años 50 huvo un gran desarrollo y gran aficion a este deporte de modo que tambien surgieron grandes campeones de este deporte y por la necesidad, grandes fabricantes de fusiles de pesca submarina y accesorios como "Casals", Pepe "Beltran" y "Copino", sin menospreciar un gran fabricante catalan como Pedro "Parra".
Nemrod y Copino, consiguieron con su publicidad, calidad y su espléndida oferta, el máximo prestigio para los fusiles de aire comprimido españoles durante los años sesenta, llegando a vender a nivel mundial.
En desfavorable competencia con los fusiles de resorte, los pneumáticos a lo largo de los años 40, 50 y 60 eran los mas efectivos y mas usados, la propulsión mediante gomas estaba con el tiempo destinada al éxito. En la actualidad, su aceptación es ampliamente mayoritaria en Francia y España mientras que en Italia, inclinada a favor de la propulsión oleopneumática, grandes marcas como Cressisub y Omer fabrican desde hace años fusiles de gomas, más ràpidos y silenciosos.
Hoy en día, los mal llamados fusiles en realidad son ballestas, son sencillos y precisos, incorporan el concepto del cassette para el mecanismo, introducido por Marc Valentin a comienzos de los ochenta, montan elásticos nerviosos y potentes tipo "sandow" con bola de bloqueo, obuses articulados, tahitianas ligeras y resistentes y carretes que permiten capturar grandes piezas, evitar desgarros tras un tiro poco preciso, señalizar una buena piedra o recuperar sin esfuerzo el propio fusil. A todo ello se añaden pequeñas novedades (desenrocador, cargador, etc.), el diseño y los nuevos materiales en liza, que consiguen efectos antiruido y de camuflaje, y formas cada vez más hidrodinámicas. El grado de perfeccionamiento y eficacia alcanzados se combinan con la simplicidad de mecanismo y manejo, de manera que resulta muy dificil introducir mejoras substanciales.
En cuanto a los fusiles pneumáticos, no puede decirse que hayan dado por perdida la batalla, los más recientes, como el Omer Blak Line , pretenden competir con los de gomas en potencia, silenciosidad y rapidez, lanzando flechas de 7mm tipo tahitiana.
Los fusiles accionados por gomas, en estos ultimos tiempos se han creado mejoras sustanciales en potencia, combinando gomas de mayor o menor diametro, materiales como babu, iroko..etc o mejorando la propulsion a traves de sistemas roller, llegando a alcanzar bastantes metros, algo inimaginable en los años 50.
Copino modelo divisor 1973, con reductor de potencia y con apoyo central retráctil.
Fusil Copino perteneciente a Juan Gomis, donado por un periodista del diario AS, fue regalo en una entrevista que le hizo.
Juan Gomis nacio el 9 de abril de 1935, dedicaba alrededor de seis o siete horas diarias a salir a pescar en barca. Su sencillez y su carácter cercano le conviritieron en una persona
muy apreciada en la capital de Llevant y en una institución en Porto Cristo, donde se disputa el Trofeo Joan Gomis, que reúne anualmente a los mejores especialistas de la isla. Es una
persona que se ganó a pulso escribir su nombre con letras de oro en la historia del deporte balear y nacional.
En lo que hace referencia al ámbito deportivo, Gomis cogió el relevo de los campeones de España Bartomeu Piquer y Bernat Martí y se convirtió en el primer español campeón del mundo en 1961
en el Cabo de Gata en Almería y engrosó paulatinamente su extraordinario palmarés con dos Campeonatos de Euro-Africa en 1966 en la localidad italiana de Ostica y en 1968 en Cabrera. En el ámbito
nacional fue campeón de España en 1965, 66, 67 y 74 y fue el predecesor e ídolo del considerado mejor pescador de todos los tiempos, Josep Amengual.'
Fusil de aire con manometro incorporado de la marca Clasal modelo 111A
José Amengual tiene una historia apasionante. Tocado por la desgracia desde muy niño, solo su tremenda fuerza de voluntad le ha llevado a ser uno de los contadísimos mallorquines que, como en el caso de Guillermo Timoner y Juan Gomis, puede poner junto a su nombre unas palabras mágicas: campeón del mundo. De familia muy humilde, José fue el mayor de los cuatro hijos habidos en el matrimonio de José Amengual Vidal y Margarita Domingo Hernández, nacida en Palma aunque de padre granadino.
Para José Amengual recordar la infancia es como revivir una pesadilla. Fue una infancia penosa por culpa de un error médico que le dejaría cojo para toda la vida. Tenía entonces seis años y se frustró la ilusión de jugar al fútbol como hacía su padre, que jugaba como medio volante en Primera Regional con el Soledad. Porque Amengual había nacido en el barrio de La Soledad, aunque muy pronto la familia se mudó a El Molinar.
-Jugando una caida me produjo un fuerte dolor en una pierna. Me miraron y me encontraron un tumor en la cadera izquierda. El médico dijo que era un tumor blanco, o sea, benigno. Total, que creyeron que una posibilidad de curarme era escayolándome hasta la cintura y así lo hicieron. Estuve escayolado seis meses, pero no mejoraba. Todo lo contrario, empeoraba, hasta que un día mi padre, que tenía el genio corto, se enfadó, cogió unas tijeras, me quitó la escayola y me llevó a otro médico, que quedó tan horrorizado que ordenó que me operaran. Pero estaba tan flaco que tuvieron que engordarme antes de pasar por el quirófano. A raiz de esta operación me quedé casi inútil de la pierna izquierda, con muchas dificultades para andar.
En aquél quirófano, con aquella barbaridad palmaria de escayolar para hacer frente a un tumor, “moría” José Amengual como un hombre capaz de moverse con la misma soltura que los demás y nacía el José Amengual pez. Nacía el pez humano. Capaz de nadar con la elegancia de un escualo y pensando en el agua con la calculada frialdad del que sabe que está en su mejor ambiente.
-Fui mucho tiempo con muletas. Todos los juegos con los demás niños -fútbol, carreras, saltos etc.-- se habían acabado para mí. Lo que mas me convenía era nadar y como ya vivíamos en El Molinar, a veinte metros del mar, dentro del agua me encontraba bien. Nadando era otra cosa, me deslizaba con facilidad. Luego mi padre me compró unas gafas y unos patos y yo me construí un arco y unas flechas para ver si cazaba algún pez. Era un indio en el mar. Me sentía feliz.
Para mi padre el mar era una ayuda, no una solución. Tenía una pequeña barca desde donde pescaba algunas sepias para ganarse unas pesetillas extra. Además era totalmente contrario a la pesca submarina. Lo que quería era que su hijo mayor José, y sus otros hijos, Margarita, Antonio y Cecilia, estudiaran para luego encontrar trabajo en alguna oficina. Pero José Amengual valía poco para los estudios. Lo suyo era el mar y las cosas de la mar.
-Cerca de mi casa había una fábrica de artículos de pesca, Casa Beltrán, y yo pronto me las ingenié para entrar a trabajar allí. Pronto fui el montador de todas las escopetas de aire comprimido. Allí venían pescadores de aquella época como Mariano Bonet, Bernardo Martí y Martín Pons que me contaban aventuras que incrementaron mi afición por aquel deporte.
Tres años trabajó Pepe Amengual montando escopetas de aire comprimido en Casa Beltrán. Pero su padre, que además de tener el genio corto era tozudo, quería colocarlo en su empresa:
-Mi padre trabajaba en GESA y no estuvo contento hasta que me colocó allí. Decía que al ser una empresa del estado el pan estaba asegurado para toda la vida. Pero no fue fácil entrar, ya que tuve que estudiar Maestría Industrial, lo que me resultó bastante complicado. Tenía entonces dieciséis años y no me había movido nunca de El Molinar. Veía Palma de lejos, casi siempre desde el mar, pero ni siquiera había estado en ella a pesar de la proximidad. Tenía un enorme complejo de inferioridad.
José Amengual empezó a trabajar en GESA en 1961 y permaneció en la empresa por espacio de nueve años. Era bobinador y ganaba tres mil pesetas al mes. En GESA hizo amistad con otro amante de la pesca submarina, Miguel Borrás, que tenía una moto “Guzzi”, lo que les permitió explorar otros fondos de la costa mallorquina. Hasta que un día leyeron en un periódico que se disputaban campeonatos de Caza Submarina y se afiliaron al C.I.A.S.
-En 1963 participé como juvenil en mi primer campeonato de Baleares y quedé campeón. A medida que iba destacando en la Caza Submarina comenzaron a llegar algunos patrocinadores y ello me decidió a dejar GESA. A partir de ahí, con mucho tiempo para entrenar, lo empecé a ganar todo, incluido el Mundial de 1973..
José Amengual, en efecto, lo ha ganado absolutamente todo en la Caza Submarina, la actividad que le ha convertido en una auténtica leyenda para los aficionados de todo el mundo. Ha sido el campeonísimo por excelencia en un deporte tan marcadamente amateur que lo único que le han dado ha sido un trofeo y las gracias.
-Lo mas importante para mí son los tres campeonatos del mundo que he ganado. El de 1973, porque fue el primero y eso siempre produce una emoción especial; el de 1981 porque lo conquisté en Brasil en unas aguas que no conocía y el de 1985, el título mas entrañable para mí, porque fui campeón del mundo en aguas de Muro, delante de nuestra gente.José Amengual conocía la zona de Can Picafort, donde se celebró el Mundial de Muro de Caza Submarina en 1985 por inciativa de Juan Ballester Moragues, como quien conoce el salón de su casa. Palmo a palmo, agujero por agujero en el fondo de unas aguas que ha explorado años y años con un tesón envidiable. Y con seguridad, según confiesa:
-Siempre he sido prudente y nunca he pasado apuros bajo el agua. Ni siquiera en el Mundial de Cuba, con el mar infestado de tiburones, que no podías coger porque no puntuaban para el campeonato. Uno se me acercó mas de lo necesario y por curiosidad le pegué un tiro entre los ojos y le maté. Pesó ciento nueve kilos. En Mallorca, en los muchos años que llevo practicando la Caza Submarina he visto tres tiburones y además el mismo día. Yno en Cabrera y dos en la Cala de San Vicente, pero pasaron absolutamente de mi. Ellos llevaban un rumbo y ni siquiera se inmutaron. Para mí que se habían extraviado.
Amengual, dentro de su modestia, se siente satisfecho de la actividad elegida para realizarse como persona.
-Soy consciente de que escogí un deporte muy minoritario, pero acorde a mis condiciones físicas derivadas de una enfermedad de niño. La verdad es que no se me ocurre pensar que otro deporte habría podido practicar para sentirme realizado. Además me siento bien pagado por los amigos que he hecho y porque en El Molinar me lo han reconocido poniendo mi nombre a una calle, lo que me llena de legítimo orgullo.
de .Miguel Vidal